PVO ROMINA
La mañana había
comenzado de buena manera, las cosas para el baile de verano no podían pintar
mejor, las cosas estaban ya acomodadas en su lugar, la comida esperando a ser
servida en el frigorífico… El salón estaba adornado con bellos listones de tul pasando de lado a
lado y a la entrada unos hermosos ramos de tulipanes y rosas blancas
daban la bienvenida a todos los presentes, aquél era el lugar obligatorio para la foto en pareja.
Mientras yo terminaba
de elegir la música para el baile, mi amiga Yess removía inquieta de lado a lado
grandes centros de mesa eligiendo la posición optima para que luciera todo,
reí por lo bajo al ver como por el estrés del día se había olvidado de irse a
cambiar, faltaban tan sólo 4 horas para la fiesta y ella aún seguía en sus
típicos jeans, converse negros y una polera ajustada de manga corta blanca.
-Yess, es hora de
irnos a cambiar, nosotras organizamos, se verá muy mal que nos salgamos a media
fiesta, ¿No crees?-. Hablé lo más alto que pude, llamando la atención, (para
variar) de todos los chicos presentes.
-Hay Romi, ja,ja,ja,
tu siempre destacando por bonita-. Sonrío mi amiga mientras daba pequeños
brinquitos de emoción.
Yo la miré un tanto
sonrojada mientras negaba con la cabeza, ella también era un sol, solo que le
encantaba pasar inadvertida, bastante contradictorio ya que es actriz.
Atravesamos la facultad en un tiempo récord, generalmente hacemos de 10 a 20
minutos caminando del salón de eventos a nuestro edificio, pero hoy ya que
teníamos prisa corrimos para llegar antes a nuestro piso, una vez dentro Yess
vació el closet buscando un vestido para cada una, mientras yo preparaba los
maquillajes, broches y demás, cuando menos pensé vi como mi amiga se acercaba
con mi vestido perfecto: un vestido de color champagne de escote en “V” sin
manga, con un lazo ceñido a la cintura, cayendo en cascada (algo entallada, por
cierto) hasta arriba de mis rodillas, la tela de seda color brillante
acompañada de una capa de una tela más delgada y opaca, a juego con unas
zapatillas altas de finas tiras envolviendo mi pie.
-¿Qué opinas?-.
Preguntó mi amiga poniéndome el vestido en frente, sosteniéndolo casi solemnemente.
-Es muy bello nena,
gracias, me fascinó-. Dije sonriendo mientras tomaba en mi regazo con suma
delicadeza el vestido, imaginándome con el esta noche, que no sé porque
presentía sería algo especial.
Caminé hasta el
armario y saqué de su interior un vestido corto color azul ultramar corto sobre
las rodillas, de escote en “U”, sin manga, acinturado, liso, con unos tacones
con una correa a la altura de los dedos a juego con el vestido, era sencillo y
llamativo a la par.
-¿Qué
te parece?, ¿Te gusta?-. Cuestioné mientras me imaginaba a mi amiga enfundada
en este vestido y le sonreía con delicadeza.
-Es
hermoso-. Sonrío mi amiga dando pequeños saltitos, mientras que tomaba ambos
vestidos y los ponía sobre nuestras camas para comenzarme a maquillar, con
toques discretos y muy naturales, únicamente resaltando algunas facciones,
mientras que a mi cabello lo dejó caer libre sobre mi espalda, únicamente poniéndole
un broche de lado del color del vestido.
Después
de cambiarnos y terminarnos de arreglar, nos miramos en el espejo de techo a
piso que teníamos en el baño y ambas reímos complacidas, definitivamente la
fiestas sería un éxito, minutos después ya nos encontrábamos caminando hacía el
evento, a nuestro paso nos encontramos
con algunas otras chicas, compañeras de facultad quienes hicieron nuestro
trayecto más ameno, todas reíamos recordando anécdotas o viendo como Yess o yo
nos sonrojábamos furiosamente dado a alguna broma, claro no nos quedábamos
cayadas y respondíamos con bromas de
igual o peor magnitud, poniéndonos a todas en la misma situación más de una vez
en el recorrido.
Una
vez dentro de las instalaciones, todas nos separamos debido al gentío que ya
estaba dentro prontamente le perdí la pista a mi amiga, a lo que en un suspiro
me dirigí a la mesa de invitados de primer ingreso, había gente de todas las
matrículas así que la noche se mostraba bastante amena y prometedora, cuando
llegó el momento de la cena me di cuenta que toda la noche había sentido una
mirada tierna y abrigadora sobre de mi, discretamente busqué por toda el aula
al dueño de aquella mirada que despertó tanta curiosidad en mi, justo cuando
estaba por darme por vencida, lo encontré… aquél joven de preciosos orbes
azules, cabello rubio cenizo ondulado, rostro marmoleo y perfectamente bien
esculpido, de aspecto sureño.
Mis
pensamientos perdieron hilo en el instante que nuestras miradas se encontraron,
era como dar un clavado a una piscina de agua clara y transparente, que te
hacía sentir acompañada, protegida… respetada.
-“Hola”-.
Gesticuló disimuladamente, mientras que un sonrojo subía por mis mejillas, sin
pensarlo me levanté tranquilamente de la mesa y caminé pasando por la multitud
hasta llegar a él, quien me miraba sonriendo de medio lado…
-Hola-.
Contesté con una sonrisa, el me miró tomo mi mano y dio un pequeño beso sobre
el dorso de mi mano, mientras se presentaba:
-Jassper
Withlock-. Se presentó, a lo que yo asentí mirando todo el gentío que acababa
de atravesar y sin querer soltaba una risilla.
-Romina
Kalisti-. Dije asiendo una pequeña inclinación de cabeza, el demostraba muchos
modales así que debía comportarme a la altura.
-Hermoso
apellido-. Me dijo de nuevo con su deslumbrante sonrisa, a lo que no puede más
que asentir, al poco rato me invitó a su mesa y nos dedicamos a charlar
animadamente, entre nuestra platica me demostró que no solo era alguien guapo,
sino que también era culto, con ideales y metas a futuro, pudimos hablar sobre
temas varios desde su carrera como profesor de historia universal hasta mi
carrera de filosofía y letras, era un gran chico… no podía esperar por presentárselo
a Yessi, seguro moriría de gusto al verme feliz.
-¿Así
que tú organizaste esto?-. Preguntó Jazz incrédulo mirando todos los decorados.
-Sí,
mi amiga y yo nos esmeramos bastante en esto-. Contesté suspirando un poco, me
sentía levemente preocupada porque nadie me supiera dar razón de ella, esperaba
que se encontrara bien.
-Romina…
tal vez te parezca apresurado, pero me gustaría que saliéramos mañana, claro
solo si tu quieres y puedes-. Me dijo sonrojado, causando una mirada de ternura
de mi parte, este chico podría tener a la chica que quisiera y aún así se
apenaba, cada vez me sorprendía más.
-Claro,
te veo mañana, ¿A qué hora puedes?-.
Cuestioné animosa.
-A
las 3 y pasamos la tarde juntos, ¿Te parece?-. Inquirió de vuelta, a lo que yo
asentí alegre y comencé a planear el día de mañana.
-Es
tarde-. Dije un rato después rompiendo el cómodo silencio en el que nos
habíamos sumergido, Jassper me miró resistente a despedirse, pero finalmente
bufo por lo bajo, sonrío amablemente y me acompañó a mi dormitorio, en donde
nos despedimos con un dulce pero medido:
-Hasta
pronto-. Dijimos al unísono, mientras yo caminaba escaleras arriba, cuando
llegué a mi alcoba Yess ya me esperaba en ella, repantingada en el sillón doble
de nuestra pequeña sala, cuando escuchó el ruido de la puerta entreabrio un ojo
para ver cómo me metía y encendía la luz, causando una mueca de parte de mi
amiga, quién tenía cara de haber estado durmiendo desde hace un rato.
-TE
TENGO QUE CONTAR ALGO-.Gritamos a la par, por segunda vez en esta noche había
coincidido mis palabras con la de otra persona, aunque con mi amiga esto era
frecuente, así que rodee los ojos y dije:
-Tu
primero-. Hablé en lo que me sentaba en el sillón doble frente a mi amiga quien
estaba roja cual tomate recién cosechado.
-Verás
hoy en el baile… conocí a un chico maravilloso, bromista, soñador, tierno… la
pasé increíble con él, era como si lo conociera de años, realmente fue…
mágico-. Concluyó entre suspiros y sonrisas.
-Vaya,
y ¿Cómo se llama el afortunado?-. Mencioné curiosa.
-Emmett-.
Dijo como si de un poema se tratase, mi amiga era muy difícil que se enamorara
y verla así me provocaba bastante alegría.
-Me
lo tendrás que presentar, para darle la
aceptación por completo-. Advertí en tono juguetón, Yessi sonrío, pegó un
brinco hacia mí y me dio un fuerte abrazo.
-¡Claro!,
pero ahora cuéntamelo todo tu a mi-. Me
dijo con tono emocionado sentándose frente a mí en el tapete con las piernas
cruzadas.
-Pues
cuando estaba sentada en la mesa, sentí la mirada de alguien sobre mi y movida
por la curiosidad indagué hasta encontrar al dueño de aquella mirada tan
profunda y maravillosa… me acerqué a él,
comenzamos a hablar y… hemos quedado para mañana en la tarde-. Conté finalmente
con el corazón queriéndose salir por mi garganta de la emoción.
-¡QUE
FELICIDAD!-. Canturreó mi amiga abrazándome y corriendo hasta nuestra
habitación, sin darme tiempo de nada se sumergió en lo más profundo del closet
durante lo que para mi pareció una eternidad, justo cuando me iba a meter al
closet haber si no había encontrado Narnia y escapado, Yess salió a paso campante con una bolsa de ropa en sus
brazos.
-Mira
tú atuendo para mañana-. Al hablar sacó de la bolsa una falda de mezclilla azul
marino entallada y corta, una blusa beige
y una chamarra a juego con la falda, claro sin olvidarse de mis amados
tacones, en esta ocasión eligió unas zapatillas altas con una tira de pedrería
que atravesaba mi pie, dándole un toque elegante pero no muy formal.
-Es
fantástico-. Dije alegre y emocionada, no podía esperar a que fuera mañana y me
pudiera poner el conjunto que me había
elegido mi amiga, perfecto para la ocasión.
Después
de un pleito con Morfeo, logré caer en un profundo sueño cerca de la una de la
madrugada, al día siguiente me desperté con toda la energía del mundo un poco
antes de las 9 de la mañana, cuando me
dispuse a levantar a Yess me di cuenta que llevaban varias horas tendida su
cama, a lo que por lógica caminé hacia la cocina donde la encontré terminando
de preparar el desayuno, algo sencillo y nutritivo; una vez terminado el
desayuno y estando ya bañadas ambas.
Me
arreglé para mi cita de hoy con el conjunto previamente seleccionado, mi amiga
había hecho maravillas con mi cabello con dos broches que daban el efecto de
estar haciendo una media coleta, cuando realmente seguía parcialmente suelto.
-Preciosa me meteré a dar una ducha tengo mucho sueño aún-. Murmuró mi amiga caminando hacia el baño, era cierto su semblante aún gritaba "llevo poco despierta" cuando realmente no era así, por lo que le dí un corto abrazo y deje que entrara al cuarto de baño, no sin antes agradecerle por todo.
-¡Toc,
toc!-. Sonaron unos golpes leves pero concisos en nuestra puerta, a lo que yo pegué un brinquito debido al
susto del ruido inesperado, una vez que logré normalizar mis latidos caminé
tranquilamente hacia la puerta donde me esperaba Jassper, como siempre amable,
con unos jeans azul claro y una polera negra.
-Buenas
tardes-. Me dijo amable dándome un beso en la mejilla.
-Buenas
tardes, ¿Nos vamos?-. Dije devolviéndole el saludo, Jazz me miró y asintió dándome
su brazo para que me apoyara, caminamos en un silencio cómodo hasta su BMW
negro noche, caballero como siempre
abrió la puerta del copiloto y yo susurré un quedo “gracias” mientras subía.
-Espero
te guste al lugar a donde vamos-. Mencionó Jassper más para sí mismo que para mí,
mientras doblaba en la esquina de la calzada que llevaba hacia los
embarcaderos, el sol brillaba en lo alto
del horizonte regalándonos una gran vista, las nubes blancas desfilaban por el
cielo que luminoso mostraba un claro azul… el olor a sal del agua y el ruido
del romper de las olas contra las piedras eran la mejor música que podría
escucharse en estos momentos.
Cuando
por fin aparcamos el coche, lo dejamos frente a un restaurante de comida
italiana, todo el lugar con acabados en caoba, y una gran planta de vid se
enrollaba en los faroles de luz que estaban hechos de madera, unos grandes
vitrales daban la bienvenida a un lugar con un aspecto… mágico.
-¿Es
aquí?-. Pregunté aún incrédula, una vez dentro miré las mesas que estaban
iluminadas por velas, dándole un toque romántico a la velada, había decenas de
parejas sentadas mesa por mesa, mirándose a los ojos diciéndose millones de
palabras que nadie más que ellos sabrían.
La
velada pasó fabulosa entre charlas amenas, risas contagiosas, silencios
cómodos, una comida maravillosa pero más que nada al lado de una persona
espectacular… el tiempo voló y la luna se hizo cómplice de nuestra velada llena
de alegría y… ¿amor?.
Eres...
lo que mas quiero en este mundo eso eres,
mi pensamiento mas profundo también eres,
tan solo dime lo que es
que aquí me tienes.
Eres,
cuando despierto lo primero eso eres,
lo que a mi día le hace falta si no vienes,
lo único preciosa que en mi mente habita hoy.
Que mas puedo decirte,
tal vez puedo mentirte sin razón,
pero lo que hoy siento,
es que sin ti estoy muerto pues eres....
...lo que mas quiero en este mundo eso eres.
Eres,
el tiempo que comparto eso eres,
lo que la gente promete cuando se quiere,
mi salvación, mi esperanza y mi fe.
Soy,
el que quererte quiere como novia soy,
el que te llevaría el sustento día a día día, día,
el que por ti daría la vida ese soy.
aquí estoy a tu lado,
y espero aquí sentado hasta el final,
no te has imaginado,
lo que por ti he esperado pues eres...
....lo que yo amo en este mundo eso eres...
Cada minuto en lo que pienso eso eres...
Lo que mas cuido en este mundo eso eres.....
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Espero les guste este Two Shoot, que estoy realizando con mi amiga Romina,
realmente me encantó y me llenó de regocijo hacerlo, disfruten y espero sus comentarios.
Yess*.*
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