sábado, 26 de mayo de 2012

No confundas.



Me siento no triste
Sino decepcionada,
No cumples lo que prometes...

Entonces ¿Para qué me ilusionas?,
No me duelen las palabras sino tus actos,
No me hieren los actos sino la persona...
No me hiere la persona sino la ilusión que me presentó
O mejor dicho la ilusión que bobamente me creí.

La verdad sorprende,
La mentira hiere,
La duda tortura,
Pero el desengaño… lacera.

Qué decepcionante encuentro tus palabras,
Que se lleva a la larga el viento.

Que infames encuentro tus actos,
Que cual engaños se muestran.

Que doloroso resulta,
Caer en la misma piedra y no aprender.

Pasa ya,
Aléjate de mí…
O mejor aún me alejaré yo.

No tiene caso creer en mentiras,
Soñar con falsas realidades.

No tiene caso llorar,
Por quien no lo merece.

No tiene caso incluso,
Dedicarte estas letras.

Pero no cariño mío,
No confundas;
Yo no te dedico estas palabras,
Se las dedico a mi corazón para que aprenda la lección.

No confundas,
Si te quiero…
Pero llega un punto en el que es mejor alejarse,
Ya que el alma se cansa de perdonarte.

Para ya de mentir,
O mejor aún paro yo de creerte.

No tiene caso llorar por ti,
Al fin todo fue una mala ilusión.
Así que paro ya,
De darte el poder de hacerme sufrir
Y sonrío  ya que por fin lo comprendí.

Gracias,
Te eh de decir,
Que por ti lo aprendí.

1 comentario:

Romina dijo...

Dios nenas.. jamás me cansaré de decirte el enorme talento que tienes al escribir estos precioso poemas, ¡¡tan cargados de sentimiento y armonía!!
Sin duda, eres especial, muy especial, escribes con tanta fluidez que me apasiona de sobre manera.
¿Qué decirte del tema a tratar? Simplemente que todo lo que dice el poema, por mucho dolor que provoque, es la pura verdad de la vida dura que nos rodea.
Te quiero muchísimo guapísima,
Romiina^.^