lunes, 28 de mayo de 2012

Voces acalladas.

Llantos lastimeros de mujeres,
Que a la fuerza sucumben acalladas.

Muertes intranquilas,
En oscuras noches... de lejanos baldíos.

La piedad,
Amordazada en una esquina,
Como una palabra irreconocible.

Tranquilidad,
Una palabra que ya no se escucha,
Ya que su voz quedó sumergida en las balas
Repartida en pedazos...

Pedazos de una mujer.

Una mujer
Que quedó ultrajada,
Maltrata... deshojada.
Cual rosa pisoteada.

Voces que acallaron las balas,
Los cuchillos;
Las armas "blancas"
Teñidas de carmesí.

Y las almas lloran,
Pidiendo auxilio,
Queriendo salvar los recuerdos,
De aquellas mujeres,
Que antes...

Tuvieron vida...

Una vida arrebatada injustamente,
Arrancada de lo terrenal,
Con el cuerpo perdido en ningún lugar,
Con la mente oscurecida
Y el alma.... sin reposo merecido.

¡Griten voces acalladas!
De mi bello paìs,
¡Valor!... mujeres escondidas
En las calles,
¡Esperanza!... corazones tristes.

¡Luchen!... ¡Paz!,
Son los gritos
Que desde el mundo deberíamos proclamar.

1 comentario:

Romina dijo...

Dios... cariño, me ha impactado de sobremanera el tema de este poema... madre mía... pero esa dureza tú la enmascaras con dulzura y amor, simplemente eres ÚNICA!!!! Sigue escribiendo tus lindas palabras preciosa, sabes que las necesito para seguir viviendo en esta cruda realidad ;)
Hermana hermosa, tienes una sorpresita en mi blog, ¿vienes a ver qué es? Espero de todo corazón que te guste, millones de besos y abrazos,
Romiina^.^